España es uno de los principales productores de vino en el mundo, y también es un territorio con un consumo muy alto de cerveza. Quizás por ello que existen muchos mitos acerca de supuestas propiedades beneficiosas de estas dos bebidas alcohólicas para nuestra salud.
En concreto, a menudo se dice que tanto el vino tinto como la cerveza, en cantidades moderadas, podrían tener efectos protectores sobre la salud cardiovascular. ¿Es cierto este mito?
Efectos cardioprotectores puestos en duda
Para ser justos, se trata de una cuestión que se ha estudiado extensivamente aunque muchas veces con intereses económicos de por medio. Ni por esas, tal y como aclara la prestigiosa Universidad de Harvard en un artículo en su portal web, ningún estudio epidemiológico ha logrado confirmar de manera sólida que ningún tipo de bebida alcohólica (incluyendo el vino, la cerveza o los licores) logre reducir de manera efectiva el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Más bien, dicen, lo que hay son indicios poco sólidos de que el consumo de alcohol de manera muy moderada podría algunos ciertos riesgos cardiovasculares. Sea como sea, es preciso tener en cuenta que aquí influirían aspectos como el patrón de consumo (por ejemplo, si la ingesta está más o menos concentrada en el tiempo), y recomendaciones como las expuestas en The Dietary Guidelines for Americans del Gobierno de los Estados Unidos no aconsejan de ninguna manera que aquellas personas que no beban de manera habitual comiencen a hacerlo,