La cirugía incluye desde procedimientos rutinarios que se llevan a cabo en cuestión de pocos minutos hasta complejísimas intervenciones de alto riesgo en las que lo que está en juego es la vida de una persona. Los trasplantes de corazón son un claro ejemplo de estas últimas.
La ciencia que hace posible un trasplante de corazón es increíblemente avanzada, como también lo son las técnicas necesarias para hacer realidad tal proeza o el aparato logístico que garantiza que los (por desgracia, demasiado escasos) órganos donados puedan llegar a quien los necesita. 20minutos ha contactado con Juan Miguel Gil Jaurena, jefe de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, para que explique detalladamente todo el proceso que hay detrás.
«Un trabajo a contrarreloj en pocas horas»
Uno de los aspectos determinantes, señala Gil, es que por su propia naturaleza los trasplantes no son operaciones programables. «Lógicamente, necesitamos que haya un donante. Por ello, cuando lo hay, son cirugías de urgencia», explica. «Desde el punto de vista de las familias, está marcado por la incertidumbre o incluso la angustia de no saber cuándo se podrá realizar. Ha ocurrido poner niños en lista de espera para un trasplante de corazón y poder operarles el mismo día (lo que es excepcional) y también se dan casos de niños que pueden estar en lista de espera o un año».