Hace algún tiempo, la varicela era un trance por el que pasaba la mayoría de los niños en España. Sin embargo, a medida que la medicina ha ido avanzando, y en especial gracias al reciente descubrimiento de una vacuna, es cada vez más una afección del pasado.
¿Qué es la varicela?
La varicela es la infección por el virus de la varicela-zóster, el mismo que causa el herpes-zóster. Suele aparecer en niños de entre uno y diez años de edad; pero, cuando se da en adultos o adolescentes, los casos tienden a ser más graves.
Se trata de una enfermedad tremendamente contagiosa, por lo que normalmente los convivientes con un caso, si no son inmunes a ella, se contagian en un 80 a 90%. Se transmite principalmente a través de dos vías: o por contacto directo con el sarpullido o a través del aire, por estornudos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los primeros síntomas de la varicela incluyen fiebre, pérdida del apetito, dolor de cabeza, cansancio y sensación de malestar general. Tras ello, aparece una característica erupción que cubre todo el cuerpo, con unos bultos rojos o rosados que brotan durante varios días.
A medida que la enfermedad progresa, estos bultos se convierten en pequeñas ampollas que acaban por romperse y drenarse.
Finalmente,