Cada día que pasa, por suerte, triunfa más lo natural. Aquellos productos fabricados con materias primas de primera calidad, sin pasar por muchos procesos innecesarios y que pueden contaminar todo lo que luego utilizamos para nuestro cuerpo y que por supuesto sea respetuoso con el planeta en el que vivimos, ya es una opción prioritaria para la mayoría de la sociedad. Si, además puede ser ‘cruelty friendly’, mejor que mejor.
Tras años de investigaciones, el mercado cosmético está cambiando y progresando hacia un mundo más saludable, sencillo y verde. En la actualidad priman muchos factores antes de fabricar un producto, como el origen de los ingredientes o la calidad de estos antes que otros tales como el precio o el olor.
Pero es que, además, son varias las enfermedades, reacciones alérgicas o consecuencias que se han presentado en algunos productos de uso diario como, por ejemplo, los desodorantes. Esta ola de incertidumbre y a la vez, el sumo conocimiento de los consumidores gracias a internet u otras plataformas digitales, ha provocado que el público elija productos de origen natural que ofrecen la tranquilidad y garantía de que estos, serán más saludables y respetuosos con nosotros y con nuestro entorno.
Es, básicamente, aquel que en su formulación no contiene ni aluminio, ni alcohol, ni sulfatos,