Mohamed, Sami, Asuan, Rania, son solo cuatro de los 660 millones de niños que sufren en este planeta. La agencia de las Naciones Unidas para la infancia, Unicef, ha contado este miércoles las duras historias de esos cuatro supervivientes, como el ejemplo de que las desigualdades, la contaminación, los conflictos bélicos, y el cambio climático y sus consecuencias tienen en los niños sus principales víctimas. «Ya están sufriendo las consecuancias del cambio climático», ha dicho la directora adjunta de Emergencias de Unicef Internacional, Miretxel Relaño.

El Comité Español de Unicef ha presentado este miércoles en Bilbao el informe «Acción Humanitaria para la Infancia 2020», en el que se recogen los resultados del trabajo llevado a cabo por esta agencia en 2019 y las previsiones para el próximo ejercicio. Los representantes de Unicef han puesto de relieve que actualmente hay más conflictos armados que en ningún otro momento desde que hace 30 años se aprobara la Convención sobre los Derechos del Niño; las guerras se prolongan y los niños viven muchos años en campos de refugiados; hay más niños que nunca desplazados por las migraciones; se detecta un aumento de enfermedades como el dengue y la malaria; y 660 millones de niños se ven ya afectados por el cambio climático.

Relaño, ha resaltado que las crisis humanitarias son «cada vez más complejas», con situaciones «combinadas de conflictos violentos en zona de riesgos naturales», con lo cual, según ha puesto de relieve, uno de cada cuatro niños y niñas vive actualmente en países donde hay emergencias naturales o conflictos armados.

En ese contexto, el presidente de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai y el resto de miembros, ha hecho un llamamiento para conseguir 3.800 millones de euros que faciliten actuar con urgencia para salvar a 59 millones de niños en 64 países del mundo en 2020, ante una situación en la que las crisis humanitarias son cada vez «más duras». Tras conseguir en el presente año un 57 % de los 3.751 millones de euros que pidió Unicef para desarrollar su labor, la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia quiere llegar con esos 3.800 millones a 59 millones de niños.

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