Los cálculos renales o litiasis urinaria es una de las afecciones más frecuentes de las consultadas en atención primaria. Se calcula que en España, como en Europa en general, la incidencia en la población oscila entre el 8 y el 15 por ciento. Cuando estos depósitos no pueden ser expulsados por la orina debido a su tamaño, la ureteroscopia se presenta como la técnica menos invasiva y también más sencilla y rápida.
En términos generales, la incidencia de esta afección en la población general es bastante alta, si bien el número de casos detectados en hombres es muy superior al de mujeres. También es destacable la edad, factor que incrementa la aparición de piedras en el riñón en un 5 por ciento a partir de los 30 años y en un 25 por ciento a partir de los 60 años.
En qué casos se utiliza esta técnica
En consulta médica, una vez confirmado el diagnóstico a partir de los síntomas, se valorarán cuatro criterios fundamentales para decidir el tratamiento más adecuado: el tamaño del cálculo, el tipo, la ubicación y el dolor que esté provocando al paciente.
El avance tecnológico ha permitido que esta técnica, para la que se emplea el ureteroscopio, haya podido sofisticarse hasta convertirse en la actualidad en el método mínimamente invasivo por excelencia.