Una mujer embarazada de 42 semanas que deseaba dar a luz en su casa ha sido ingresada por orden judicial en el Hospital Central de Asturias (HUCA), después de que una juez decretase su detención para practicarle un parto inducido. La paciente, cuyo nombre no ha trascendido, tenía un “embarazo de bajo riesgo”, según su abogada, Francisca Fernández. Sin embargo, el subdirector de Servicios Quirúrgicos y Críticos del HUCA, quien solicitó dicha orden al Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, apuntaba en un informe médico que, al sobrepasar en tres días la semana 42 de gestación, “existiría riesgo de hipoxia fetal y muerte fetal intrauterina si el parto no se realizase en el hospital”.

La embarazada, según cuenta su abogada, había planeado un parto domiciliario, pero al pasar la semana 42 y ser consciente de que existía un mayor riesgo, decidió acudir al hospital para un control. Ahí se le recomendó la inducción del parto, tras lo cual, según Fernández, la mujer «salió con su pareja a dar una vuelta y reflexionar para tomar una decisión». La letrada asegura que regresó al hospital, pero que al no encontrar a nadie en la sala de monitorización, decidió volver a su casa «porque no pensaba que hubiese ningún riesgo inminente». Fernández niega que la gestante intentara fugarse del hospital, como supuestamente figura en la notificación que se hizo al juzgado. «Se fue a casa y a las pocas horas estaba la policía para detenerla e ingresarla», afirma.

La solicitud del hospital al juzgado venía acompañada de un informe del jefe de Sección de Obstetricia, en el que se relataba el historial de controles de embarazo y visitas a dicho servicio, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. «Las visitas quedaron interrumpidas por decisión de la mujer en la semana 35 2», según el comunicado del TSJA, «a pesar de la insistencia del hospital en que se retomaran». «Valorando exclusivamente el contenido de dicho informe, el Juzgado acepta la solicitud y dicta a las tres de la tarde un auto en el que ordena el traslado en un vehículo medicalizado y posterior ingreso de la mujer en el hospital para un pacto inducido si procediera»,

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