No hace falta tener pareja para ser feliz. De hecho, cada vez más gente opta por la soltería, como demuestra que más de 25% de los hogares en España está ocupado por un solo miembro.

Sin embargo, todavía son más los que prefieren compartir su vida con alguien y vivir en pareja, algo que varios estudios científicos corroboran que tiene grandes beneficios para su salud y bienestar psicológicos; aunque seguro que los enamorados no están pensando en eso cuando se dejan llevar por las flechas de Cupido

Eso sí, siempre y cuando las relaciones sean sanas, armoniosas y respetuosas, pues vivir una relación conflictiva produce precisamente el efecto contrario: una salud mucho peor que la que tendríamos estando solteros.

Los efectos adversos, como celos, desengaños, infidelidad… los dejamos para otro día, que esta semana manda San Valentín.

Y no solo en el sentido figurado, pues vivir en pareja conlleva una mejor salud cardiovascular. El amor aumenta los niveles de tres hormonas: dopamina, oxitocina y norepirefrina, todas ellas relacionadas con sentimientos de felicidad y bienestar. Además, disminuye el cortisol, lo que ayuda a regular la tensión arterial y contribuye, por tanto, a tener una mejor salud cardiovascular con todo lo que ello conlleva: menos infartos, ictus, etc. S

egún asegura la Fundación Española del Corazón, “todos los estudios coinciden en que mantener una buena salud emocional, con vínculos afectivos estables en nuestro entorno reduce los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares y además ayuda a mejorar la respuesta ante tratamientos para enfermedades cardiacas”. Es decir, que, en caso de padecer, por ejemplo, un infarto, vivir en pareja te da más posibilidades de reponerte.

Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Chicago en 2010, tener pareja reduce la liberación de cortisol, la hormona que se relaciona con el estrés, el aumento del ritmo cardíaco y la subida de la presión arterial. Además, se incrementa la liberación de oxitocina, hormona que produce el efecto contrario, es decir, que, en casos de estrés, reduce los efectos negativos de este. Por tanto, vivir en pareja hará que las situaciones estresantes no lo sean tanto y que sean más llevaderas.

Este beneficio, es, sobre todo, consecuencia del anterior, pues tener elevados niveles de estrés durante mucho tiempo debilita el sistema inmune y nos hace propensos a padecer más enfermedades de todo tipo y a tardar más en reponernos.

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