Se habla muy poco del Síndrome de Gilbert y es que solo afecta a un 7% de la población, como máximo, según afirman desde la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHN). Cuando se diagnostica esta enfermedad, consumir alcohol se convierte en un riesgo, ya que el Síndrome de Gilbert afecta al hígado.
Una enfermedad que se hereda
Se trata de una enfermedad que se hereda. Uno de los padres debe de tener un gen que hace que la enzima hepática uridindifosfoglucuronato glucuronosiltransferasa (UGT) se encuentre en unos niveles muy bajos. Esto impide que destruya los niveles de bilirrubina en sangre provocando su aumento.
Básicamente la enzima UGT actúa en el hígado, el cual es incapaz de procesar toda la bilirrubina. Esto genera unos síntomas característicos que entrañan malestar, aunque no riesgos para la salud. Por lo general, esta enfermedad se diagnostica en la infancia.
¿Cuáles son los síntomas del Síndrome de Gilbert?
La coloración amarillenta en la piel es el síntoma más notorio del Síndrome de Gisbert, pero desde la SEGHN informan que se puede manifestar con heces de color blanco, fiebre alta, vómitos y presencia de hematomas en el cuerpo. Esto puede ser un indicativo de que hay que hacer una prueba de sangre que pueda determinar lo que está pasando.