El pescado, como categoría general, suele venderse como un grupo de alimentos muy saludables. No obstante, esta calificación no atiende en absoluto a su heterogeneidad.
Lo cierto es que existe una enorme variedad de pescados y no todos son tan sanos. Estos son algunos ejemplos poco recomendables que, en todo caso, deberían consumirse de manera bastante ocasional.
Palitos de cangrejo
Su nombre puede resultar un tanto confuso, ya que en realidad la proporción de cangrejo que contienen es bastante minoritaria. De hecho, este alimento está elaborado principalmente con surimi, una pasta con una baja proporción de pescado y en cambio grandes cantidades de azúcares añadidos, grasas refinadas y almidones.
Gulas
De nuevo, con las gulas, que imitan las carísimas angulas (alevines de la anguila) son en realidad un producto de surimi, en este caso con cierta proporción de abadejo. Como tal, tienen propiedades similares a las de los palitos de cangrejo y su consumo debe moderarse igualmente.
Palitos de merluza
A menudo escogidos como opción para añadir pescado a la dieta de los más pequeños, lo cierto es que esta presentación puede contener porcentajes de pescado cercanos o inferiores al 50%. El resto está compuesto de harinas, sémolas, almidones y aceites (y comúnmente de las variedades menos aconsejables).
Salmón ahumado
La principal queja frente a este alimento radica en que los procesos de ahumado a menudo implican la adición de grandes cantidades de sal,