Tomar medicamentos no es una tontería: se trata de sustancias muy especiales, con una serie de propiedades que van a impactar importantemente en nuestra salud. Por ello, no sólo debería hacerse empleando el sentido común (y, en la mayoría de casos, siguiendo el criterio de un médico) sino que, además, conviene informarse previamente.
Ventolín, uno de los medicamentos más usados en España, es la marca bajo la que el fabricante Allen & Hanburys desarrolló y comercializa el principio activo salbutamol (que también está presente en muchos genéricos). Como expone su prospecto, se trata de un agonista beta2 adrenérgico de efecto rápido.
Esto significa que se puede usar por inhalación para producir un efecto antiinflamatorio directo sobre el músculo liso de los bronquios, funcionando en conjunto como un broncodilatador, ya que los receptores beta-2 son los primarios del músculo liso bronquial.
¿Cuáles son los efectos adversos?
El Ventolín puede tener bastantes efectos secundarios, tales como reacción alérgica, hipopotasemia, temblor, cefalea, hiperactividad, taquicardia, palpitaciones, arritmias cardíacas, vasodilatación periférica, broncoespasmo, irritación de boca y garganta y calambres musculares.
Además, se aconseja precaución (y consultar la condición concreta con el médico) a quienes han sufrido reacciones previas a otros medicamentos para la misma enfermedad, a quien tenga la tensión alta, a quien padezca hipertiroidismo,