Alrededor del apetito sexual siempre han surgido muchas preguntas que parecen no tener respuesta. Algunas personas pueden sentirse cohibidas para hacérselas a su médico de cabecera y es por eso por lo que en 20 minutos hemos querido responder a algunas de ellas que son de gran importancia. Porque el apetito sexual es algo que siempre genera preocupación.
No hay por qué sentirse una persona rara por no tener ganar de mantener relaciones sexuales. Vivimos en una sociedad que tiende mucho al estrés, por ello, no es extraño que esto afecte al apetito sexual. Tanto el estrés como la ansiedad disminuyen las ganas de tener relaciones, pero afortunadamente se pueden recuperar una vez se trata el problema de raíz.
Por supuesto que sí. Sentirse a gusto con el propio cuerpo es fundamental para que el apetito sexual no disminuya. Cuando tienes algún complejo con tu cuerpo te vas a sentir inseguro, poco deseable, y esto va a repercutir directamente en tu apetito sexual que disminuirá. Para solucionar esto hay que trabajar la autoestima. Una buena autoestima es clave para esto.
Cuando una mujer llega a la menopausia sufre una bajada hormonal que puede afectar al apetito sexual. De repente, no tiene ganas de mantener relaciones, no le apetece nada.