El Ministerio de Sanidad avisa de que fumar y vapear no sólo son actividades dañinas para la salud por sí mismas, sino que también pueden favorecer el contagio del coronavirus. La manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarrillos podrían actuar como transmisores de la Covid-19, riesgos a los que se añade la expulsión de gotitas respiratorias que «pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas» y «el factor de relajación de la distancia social de seguridad».

La Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud ha aprobado este jueves, por consenso, el documento ‘Posicionamiento en relación al consumo de tabaco y relacionados durante la pandemia por la Covid-19’, que subraya las nuevas amenazas asociados al acto de fumar y vapear.

Por ello, el Ministerio indica que «debe evitarse su consumo en ambientes comunitarios y sociales», lo que incluye las terrazas o las puertas de los edificios de las empresas, y especifica que «en caso de realizarse, sea en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados».

El documento menciona específicamente las pipas de agua, cuya utilización compartida se encontraba prohibida durante las fases 1, 2 y 3 del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, y para las que ahora se pide extremar las precauciones durante su uso, teniendo en cuenta que algunas comunidades autónomas «están desarrollando, de forma complementaria, su propia normativa».

El texto recuerda que está demostrado que el consumo de tabaco, en cualquiera de sus formas, empeora el curso de las enfermedades respiratorias y es, por tanto, un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, oncológicas, así como para la diabetes, entre otras patologías.

En cuanto a la relación entre fumar y la progresión del coronavirus,

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