Si un adulto ronca a diario a menudo se debe a problemas de sobrepeso o simplemente al tabaco, por lo que, en la mayoría de los casos no le damos importancia. Sin embargo, no debemos tomarlo como algo normal si el ronquido se produce durante la infancia, pues puede esconder problemas que pueden afectar a su desarrollo y a su calidad de vida.
Los ronquidos de producen cuando el aire que respiramos pasa por una vía demasiado estrecha, es decir, cuando algo obstruye de manera parcial las vías aéreas. Esto es normal en caso de resfriados, rinitis alérgicas o reflujo. Estas causas, sobre todo los resfriados, son temporales, es decir, que, una vez superada la infección respiratoria al cabo de una semana o diez días, el ronquido debería desaparecer. Si los ronquidos no desaparecen una vez desaparecidas estas causas, y se alarga durante semanas o meses, estaríamos hablando de un ronquido crónico y el niño debería ser explorado por un pediatra. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), este tipo de ronquido afecta a alrededor del 7,5 % de los niños, y en un 2-4% de los casos esconde un síndrome de apneas o hipoapneas obstructivas del sueño (SAHS). Las apneas a corto y medio plazo pueden provocar irritabilidad, hiperactividad o problemas de concentración y aprendizaje.