«Cuando te toca es un shock, es un tsunami devastador. Te arrasa y te parte por la mitad». Así es como recuerda Ana para 20minutos lo que sintió al recibir su diagnóstico de cáncer de mama; ahora, estando ya muy avanzada en el tratamiento, reconoce que la realidad de la enfermedad puede ser muy diferente a lo que una imagina en un principio: «siempre hay luz al final y la gente a tu alrededor te ayuda mucho».
Su experiencia coincide en varios puntos con la de Rocío, que también ha querido compartir su historia con este medio. Como Ana, ella también emplea la imagen de la montaña rusa para describir el periplo del cáncer; y, similarmente, destaca la importancia de «la red de personas y apoyos a tu alrededor» a lo largo del camino.
«Un jarro de agua fría el día antes de mi cumpleaños»
En el caso de Ana, que se dedica profesionalmente a la contabilidad en la actualidad tiene 44 años de edad, la noticia llegó el pasado mes de junio. «Fue todo muy rápido», narra. «Palpándome, me noté un bulto en el mes de junio y ya para julio me habían diagnosticado… Además, en mi caso se trataba de un cáncer bilateral».
«Enseguida me hicieron todas las pruebas y,