Los problemas de visión afectan a una gran cantidad de personas. Por ejemplo, en España siete de cada diez ciudadanos necesitan ayudas ópticas para poder ver bien, tal y como revela el Libro Blanco de la Visión 2023, editado por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO), con el apoyo de Correos Express.
Mientras que en el día a día lo más habitual es recurrir a gafas o lentillas para ayudar a mejorar esa visión, llega un momento en el que todo aquel que las necesita, incluso quien las emplea a diario, se encuentra con la duda: para ir a la playa y la piscina y bañarnos en el agua, ¿se pueden llevar lentillas o es mejor no hacerlo?
¿Qué pasa si me baño en la piscina o en la playa con lentillas?
Estamos muy acostumbrados a no salir de casa sin equipamientos ópticos que nos ayuden a ver bien, por eso durante el tiempo que pasamos bañándonos en la playa y la piscina, mucha gente ni siquiera se plantea la posibilidad de que no sea una buena idea hacerlo con las lentillas puestas. Lo cierto es que no es nada recomendable hacerlo, por lo que lo mejor es no meterse en el agua con ellas puestas.
Esto no quiere decir que tengamos que renunciar a una mejora en la visión si acudimos a estas zonas de ocio,