La parafina es un hidrocarburo que deriva del petróleo o del carbón y que, además de ser utilizado para el sector textil, también se utiliza para la creación de productos cosméticos y para el tratamiento de determinadas afecciones reumatológicas, artritis, contracturas o para aliviar el dolor muscular, entre otras.
En este sentido, es frecuente encontrar tratamientos basados en baños de parafina en clínicas fisioterapéuticas y estéticas, pero ¿en qué consiste realmente? ¿Cuáles pueden ser sus beneficios?
Los baños con esta cera proporcionan calor superficial en las zonas del cuerpo afectadas, como las manos o los pies, con el propósito de reducir el dolor y mejorar la circulación. Por ello, esta técnica se utiliza para el tratamiento de la artritis o de la artrosis y algunos estudios han comprobado su eficacia con técnicas de movilización para la rehabilitación de la rigidez de la mano postraumática.
Asimismo, el tratamiento en clínicas de fisioterapia con baños de parafina junto con técnicas de movilización articular pueden mejorar «los síntomas y la calidad de vida en pacientes postraumáticos con rigidez de tobillo», como evidencia este estudio, al igual que para reducir el dolor en pacientes con osteoartritis de la mano como terapia a corto plazo.