Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) hacía este miércoles 1 de abril la petición para la retirada del mercado de todos los productos de ranitidina, comercializada bajo varios nombres como, por ejemplo, la conocida marca Zantac.
Esta solicitud de retirada de este medicamento es debido a que nuevos estudios han demostrado que puede causar riesgos en la salud a los pacientes que lo consuman.
El Zantac es un medicamento que se usa para bloquear la histamina-2 (H2), reduciendo la cantidad de ácido gástrico que produce el estómago.
Así, se utiliza para prevenir y tratar las úlceras pépticas (las úlceras de estómago), así como las del intestino y el tratamiento del reflujo gastroesofágico.
Ya en España, el Gobierno ordenó la retirada preventiva de 16 medicamentos de uso oral que contienen ranitidina y que estaban disponibles en el mercado, por la detección de nitrosaminas (N-Nitrosodimetilamina o NDMA), que está clasificado como posible carcinógeno.
Aunque el Ministerio de Sanidad aseguró que no existían evidencias de que este fármaco haya causado daños en los pacientes y pedían que no se interrumiera el tratamiento sin consultar al médico, se ordenó la retirada, ya que existen otras alternativas a este medicamento.
Ahora, la FDA de Estados Unidos también ha pedido la retirada debido a los últimos estudios sobre un contaminante conocido como N-nitrosodimetilamina (NDMA) que está presente en el Zantac.
⚠️FDA requests market withdrawal of all remaining prescription and OTC ranitidine (Zantac) products on the U.S. market. This means that ranitidine will not be available for use in the U.S. https://t.co/kfcW0wlHo6 pic.twitter.com/IvrLcmrMn5
— FDA Drug Information (@FDA_Drug_Info) April 1, 2020
El NDMA puede ser cancerígeno y está presente en productos como los alimentos o el agua, pero a niveles muy bajos. Sin embargo, los nuevos estudios han determinado que este contaminante aumenta en el medicamento cuando pasa mucho tiempo almacenado y cuando se almacena a altas temperaturas, provocando la exposición del consumidor a «niveles inaceptables de esta impureza».