El teletrabajo, con sus aspectos positivos y negativos, se ha consolidado con la pandemia del coronavirus y multitud de empresas priorizan ahora el trabajo a distancia que el presencial. Esta forma de trabajar tiene ventajas como el aumento de la confianza entre los equipos de trabajo, la reducción de costes, una mayor flexibilidad, autonomía, una mejor conciliación o mejoras en la productividad, entre otras.
No obstante, la multitarea al trabajar desde casa puede provocar una falsa sensación de productividad y derivar en riesgos, como ocurre con el conocido como «síndrome de las ventanas abiertas», que ha cobrado relevancia en estos últimos meses por la implantación del teletrabajo.
¿Cuáles son los signos de alerta?
¿Qué es realmente este síndrome? ¿Cómo ser capaces de identificarlo? Se trata de un comportamiento que consiste en mantener decenas de ventanas en nuestro ordenador abiertas e ir saltando de una a otra. Este hábito provoca que pasemos de una tarea a otra sin centrarnos bien en ninguna.
En este sentido, muchas personas creen que la productividad en el trabajo está relacionada con el número de ventanas abiertas en su dispositivo, como si esta multitarea fuera realmente positiva. «La multitarea nos hace ir más lentos e influye de forma negativa en la calidad y en la productividad«,