Se dio cuenta el psicólogo Howard Gardner, a mediados de los noventa, de que a los siete tipos de inteligencia humana que había catalogado una década antes le faltaba una: la ambiental, la relacionada con la naturaleza. Hasta el momento, había establecido que las capacidades para resolver problemas cotidianos, para generar otros nuevos, o para crear productos o servicios se podían clasificar como inteligencias lingüísticas, matemáticas, espaciales, musicales, corporales, interpersonales o intrapersonales, y que cada persona podría identificar en sí cada una de ellas en diferente medida. Pero con el tiempo, incorporó para siempre una nueva que reconociera la cualidad para identificar y distinguir entre diferentes tipos de plantas, animales y formaciones climáticas que se encuentran en el mundo natural, más utilizada en el pasado que ahora. “Meteorólogos, botánicos y zoólogos son profesiones que demuestran altos niveles de inteligencia naturalista”, se lee en uno de los artículos académicos escritos por el autor.

En el sistema educativo occidental y sus salidas profesionales se han priorizado los currículos más vinculados con las inteligencias lingüísticas o matemáticas, lo que ha beneficiado a las personas con esas cualidades más desarrolladas y ha relegado la posición de los más agraciados con otras. Pero la necesidad de gestionar los bosques y recursos forestales en ámbitos nutricionales, climáticos, energéticos, medicinales, turísticos, de mobiliario, educativos, contra la degradación del suelo o la pérdida de biodiversidad abre puertas a los trabajos vinculados en estos entornos que albergan el 80% de las especies de plantas y animales del planeta. “Las personas demandan muchísimas cosas de los bosques y no sabemos cómo hacerlo. Necesitamos profesionales que además de plantar, sepan planificar la masa forestal, mantenerla y usarla. Ha habido un vacío de capacidades de esta educación y es hora de revertirlo y ampliarlo”, ha declarado Matthias Schowoerer, jefe de división política forestal internacional del ministerio de Agricultura de Alemania durante la celebración del Día Internacional de los Bosques convocada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma.

Para evitar que el medio natural se descuide como en las generaciones anteriores,

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