Los dueños de Magrudis, la empresa causante del mayor brote de listeria registrado en España, duermen desde este jueves en prisión. La jueza que investiga el caso decretó ayer su ingreso en prisión provisional y sin fianza contra el gerente de la compañía, José Antonio Marín Ponce, y el mayor de sus hijos, Sandro Marín, administrador único, como responsables un supuesto delito contra la salud pública en concurso ideal con tres delitos de homicidio por imprudencia, al menos dos delitos de lesiones al feto con resultado de aborto y lesiones por imprudencia grave.

Fuentes judiciales confirmaron que ambos detenidos estuvieron prestando declaración cerca de tres horas ante la juez de instrucción 10 de Sevilla, donde intentaron asegurar que sí actuaron al conocer el positivo por listeria en un lote de carne mechada que les fue comunicado el pasado mes de febrero. Sin embargo, la Fiscalía, a tenor de atestado de la Guardia Civil, entiende que no tomaron medidas correctoras y, al contrario, demostraron una «falta de control» que se reiteró en el tiempo.

En este sentido, la juez entiende que el gerente y el administrador de Magrudis «tenían conocimiento de que, al menos desde noveimbre de 2018, la bacteria estaba en sus instalaciones», dado que el positivo detectado en febrero correspondía a un lote etiquetado en diciembre de ese año. Y pese a ser preceptivo, no avisaron a las autoridades en ningún momento del contagio por listeria y los posibles riesgos que se podían derivar del consumo del lote bajo sospecha. Según justificaron ante la jueza, porque desconocían que tuvieran obligación de hacerlo. Los detenidos sí aseguraron, por el contrario, que limpiaron las instalaciones industriales de su fábrica «con lejía» y que creían recordar incluso que habían tirado a la basura el lote de productos infectados.

Tanto Marín Ponce como su hijo se negaron además a responder a las preguntas del fiscal y de la acusación particular que ejerce Facua-Consumidores en Acción.

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