En las últimas décadas, los científicos han ido reuniendo evidencias de que la capacidad de atención de las personas, de media, se está reduciendo. Por ejemplo, la profesora de informática de la Universidad de California – Irvine Gloria Mark encontró en sus estudios recogidos en el libro Attention Span: A Groundbreaking Way to Restore Balance (citado por el periódico norteamericano CNN), que entre 2004 y la actualidad el tiempo medio de atención en una pantalla se redujo de 2.30 minutos a apenas 75 segundos.
No sólo eso, sino que según esta misma autora una vez que nuestra atención se desvía de la tarea original tarda unos 25 minutos en volver a la misma.
Las redes sociales, en el punto de mira
Mark apunta, no obstante, que en ese tiempo no estamos inactivos: en su lugar, tendemos a ir cambiando de tareas, con lo que nuestro cerebro está de hecho ocupado en varios ‘proyectos’ al mismo tiempo.
Esto, dice, conlleva un ‘coste de cambio’: un pequeño intervalo de tiempo que nuestro cerebro tarda en reorientarse en cada proyecto, recupera la información necesaria para seguir trabajando en él e inicia la tarea en cuestión.
No sólo eso, sino que se ha demostrado que este cambio de tareas se relaciona con una serie de indicadores biológicos de niveles elevados de estrés,