Hoy por hoy son numerosos los estudios que justifican la presencia de los perros en ambientes terapéuticos o educativos. Y muchos también los que demuestran que la reincidencia pospenitenciaria es capaz de evitarse con la aplicación de programas de rehabilitación y con la reinserción social y laboral.
Ambos factores fueron el germen para poner en marcha en 2019 los dos primeros programas de intervenciones con perros como parte del proceso de inserción sociolaboral de jóvenes con causas judiciales desarrollados por las entidades Perruneando y Engresca’t con el apoyo de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos.
La base de estas intervenciones asistidas con animales es la biofilia, o por decirlo de otra manera, la conexión emocional innata que sentimos por otros seres vivos. Por eso, utilizan el vínculo afectivo entre los receptores de la intervención y el animal —en este caso, perros seleccionados y entrenados— para trabajar la reinserción con resultados muy positivos. De todo ello hablamos con la responsable del proyecto Andrea Galofré, de Perruneando Barcelona.
¿Cómo surge la idea de iniciar los dos primeros programas de intervención animal como parte del proceso de inserción socio laboral de jóvenes con causas judiciales?
La idea de añadir la intervención asistida con perros en el proceso de inserción socio laboral de jóvenes con causas judiciales partió de una de las técnicas de la entidad (CIRE,