Los efectos adversos muy poco frecuentes de trombos muy raros detectados entre las personas que han recibido la vacuna de la covid-19 desarrollada por AstraZeneca son igual o menos frecuentes que los efectos secundarios registrados entre los fármacos de uso común que cualquier persona podría tener en su botiquín de casa y tomar (algunos) sin prescripción médica. De hecho, según señalan desde la Asociación Española de Vacunología (AEV), «los efectos secundarios de los fármacos que se están tomando para paliar los efectos secundarios de las vacunas son mayores o al menos igual a los de la propia la vacuna».
Entre los fármacos financiados por el Gobierno de mayor consumo en España se encuentran, según los datos del Ministerio de Sanidad, el omeprazol (protector de estómago), el paracetamol, el ácido acetilsalicílico (la conocida Aspirina), la simvastatina (para tratar el colesterol), el metamizol (el analgésico Nolotil), el lorazepam (ansiolítico) o el ibuprofeno.
Estos principios activos tienen, según consta en sus respectivas fichas técnicas disponibles en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), efectos muy raros -menos de un caso por cada 10.000 personas- y raros -entre uno por cada 1.000 y uno por cada 10.000- como trombocitopenia (también detectada en personas vacunadas), depresión,