El turno nocturno implica, en términos horarios, ir al contrario que la mayoría de la sociedad. Aún así, tendemos a pensar que con el tiempo y la costumbre cualquiera se adapta a vivir de esta forma.
No obstante parece que esto no es así. Según concluye un estudio, hay ciertas que personas que, como consecuencia de un rasgo biológico, son incapaces de descansar adecuadamente en estos horarios, incluso aunque lleven años tratando de ajustarse a ellos.
Desajustes con el reloj interno
El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y la Universidad Paris-Saclay (Francia) y publicado en el medio científico EBioMedicine, monitorizó a dos grupos de trabajadores hospitalarios franceses, uno de turno de noche y otro de día, durante su jornada de trabajo y su tiempo libre. Mediante este método, encontró que algunos de los trabajadores tenían dificultades para adaptarse a su turno laboral incluso tras años desempeñándolo.
Concretamente, este subgrupo mostraba disrupciones importantes en su ciclo de sueño y en sus ritmos circadianos (la alternancia de sueño y vigilia, «establecida por el reloj biológico del cerebro y que coordina los relojes periféricos de los demás órganos»).
Además, para ese monitoreo los investigadores emplearon datos de dispositivos de telemonitoreo (por ejemplo,