Aunque no tienen propiedades mágicas, la mayoría de las plantas que se infusionan para el consumo humano poseen beneficios para la salud que complementan las dietas recomendadas por los expertos. Las hay para aliviar determinadas dolencias del organismo, aumentar la energía, conseguir cierto estado de relajación e, incluso, ayudar en los planes de pérdida de peso. Todas ellas, además, suman un efecto saciante interesante.
Ahora, además, varios estudios sugieren que los efectos de una planta ancestral, originaria de Asia, pueden ser aliados perfectos de las dietas antiinflamatorias (el gran enemigo silencioso del siglo XXI), al tiempo que podrían contribuir a bajar los niveles de azúcar en sangre.
Así pues, la planta de la que vamos a hablar hoy es la flor de loto (nelumbo nucifera), de gran belleza, y que flota en aguas calmadas en las que simboliza la espiritualidad y la pureza. También es sinónimo de fortaleza, puesto que se mantiene bella y limpia a pesar de crecer en aguas fangosas y sucias. En infusión, se empieza a considerar que podría luchar contra la inflamación del organismo, responsable de las grandes enfermedades que nos aquejan.
Flor de loto: una planta versátil
La flor de loto es famosa por muchos aspectos, aunque el más destacado es la gran longevidad de sus semillas,