Ni falta de protección solar ni estrés: las dos enfermedades por las que podrías desarrollar rosácea
La rosácea es una afección de la piel del rostro bastante común en España (5-10 por ciento de la población) que ocasiona enrojecimiento visible, con presencia de protuberancias de manera excepcional, así como vasos sanguíneos dilatados y sensación de ardor. Se trata de síntomas que pueden permanecer durante semanas y desparecer, provocando los famosos brotes dermatológicos.
Hasta la fecha, entre las causas posibles de esta enfermedad de la piel se encontraban la genética, un exceso de exposición solar sin protección, el consumo habitual y desmedido de alcohol, cafeína y sustancias picantes, el estrés, y la presencia en el menor de los casos del ácaro ‘demodé folliculorum’. Recientes estudios ponen sobre la mesa dos nuevas causas posibles.
Relación de la rosácea con dos enfermedades muy prevalentes
Además de las causas ‘tradicionales’, el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral habla de otros dos posibles factores detrás de la rosácea: la disbiosis intestinal y la bacteria ‘helicobacter pylori‘.
«En los últimos tiempos, varios estudios científicos relacionados con la microbiota y el eje intestino-piel, han demostrado cierta relación entre una disbiosis intestinal producida por SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el instestino delgado) y la rosácea». La enfermedad inflamatoria intestinal es cada vez más común,
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