No hay rutina de belleza completa que no comience con una limpieza facial en profundidad. Ya sea de forma manual u optando por los cepillos de silicona que han revolucionado nuestros neceseres, es un paso fundamental en el que eliminar los restos de suciedad y maquillaje, desobstruir los poros y preparar el cutis para la mejor absorción del resto de cosméticos. Tal es su importancia que cada vez son más los que lo alargan para conseguir mejores resultados de la mano de la conocida como doble limpieza: una fórmula extendida que se basa en tres productos (elegidos siempre según nuestro tipo de piel) que, lejos de ser abrasiva, ayuda a potenciar una dermis fuerte y saludable.

Es recomendable hacerla por la mañana y por la noche, para que sea efectiva tanto contra la grasa matutina como contra la suciedad acumulada a lo largo de la jornada; y su efectividad depende, en gran parte, de los productos por los que apostemos (uno primero de textura oleosa, un segundo limpiador con base acuosa y un tónico para equilibrar el pH). ¡No hay dos rutinas iguales! Por ello, es fundamental experimentar y combinar aquellos que nos llamen la atención hasta dar con la fórmula que realza la belleza natural de la piel. Eso sí, por algún sitio hay que empezar,

 » Leer más