El agua de mar, con su característica salinidad, ha sido reconocida desde hace tiempo por sus efectos beneficiosos en la piel. En España, donde las playas son uno de los destinos favoritos durante las vacaciones de muchas personas, es importante conocer tanto los beneficios como los riesgos asociados al contacto con el agua salada. Aunque muchos centros de belleza y spas utilizan el agua de mar en sus tratamientos, también circulan algunos mitos y creencias erróneas sobre sus propiedades.
Entre los beneficios comprobados del agua de mar para la piel, destaca su capacidad exfoliante. La salinidad del agua actúa como un agente natural que ayuda a eliminar las células muertas y a depurar las toxinas e impurezas acumuladas en la epidermis. Además, el agua salada posee propiedades antisépticas y antibióticas, lo que favorece la cicatrización de pequeñas heridas, cortes y rozaduras, tal como señala EFESalud. Estas cualidades también pueden resultar beneficiosas para tratar problemas cutáneos del rostro, como el acné.
Otro aspecto positivo del agua de mar es su contribución a la producción de vitamina D en el organismo. La combinación de la exposición al sol y el contacto con el agua salada estimula la síntesis interna de esta vitamina, esencial para mantener la vitalidad y elasticidad de la piel.