Antes que el lenguaje humano fue la música, sostiene en una entrevista concedida a EFE el médico, pianista y compositor Michel Rochon, autor de ‘El cerebro musical: Un viaje a través de notas y neuronas’, en el que explica que su poder consigue aliviar a enfermos de alzhéimer con melodías de su adolescencia.
Por eso, la música que más funciona ahora mismo en las residencias con personas entre los 70 y los 90 años puede ser la de grupos como Bee Gees o Pink Floyd: «Es como un milagro, los pacientes se encienden, se levantan, se ponen a hablar, cuentan historias de su juventud. Luego vuelven a un estado de letargo», relata, ya que es tan solo un paliativo mientras se activa el hipocampo, no una curación.
El misterio de la música en el cerebro humano
La obra editada por Ático de los Libros indaga sobre el misterio de la música estudiando cómo se descodifica en el cerebro, y las regiones que se activan. Cuando la experiencia pasa por el hipocampo, en base a los recuerdos y las emociones que le transmite el sistema límbico, el cerebro decide si le gusta o no le gusta.
«Al final toda la música que hemos escuchado desde que estábamos en el vientre de nuestra madre hasta nuestra juventud es lo que determina nuestro gusto musical«,