En España hay cerca de un millón de personas que sufren coagulopatías que les obligan a tomar fármacos anticoagulantes, una cifra que va en aumento «debido al envejecimiento de la población y al incremento de los factores de riesgo», según los cálculos de la Federación española de asociaciones de anticoagulados (Feasan). Esta patología es un factor de mayor riesgo de complicaciones en caso de contagio de covid-19, pero son muchas las personas que toman anticoagulantes y tienen dudas en plena campaña de inmunización.
Así lo confirman desde la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), que lleva «mes y medio» resolviendo las dudas y preocupaciones que les llegan por parte de personas que toman medicación para la circulación sanguínea. En un primer momento, surgidas por «unos artículos un poco liosos», y ahora por los casos de trombos que «aparentemente podrían estar relacionados con la vacuna de AstraZeneca, aunque aún no está del todo definido».
El presidente de la SETH, Joan Carles Reverter asegura con rotundidad que para los pacientes con terapia anticoagulantes o trastorno hemorrágico «no hay ningún tipo de problema» para vacunarse de la covid-19 con cualquiera de los sueros hasta ahora aprobaos por la Agencia Europea del Medicamento (EMA): Pzifer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca o Janssen.
La única recomendación que anota Reverter es la de «administrar la vacuna con aguja fina y presionar de forma continuada y fija sobre el punto de punción al menos 3 minutos para evitar la aparición de un hematoma en la zona».