Asociamos normalmente la aparición de demencias como el Alzheimer a síntomas muy drásticos, como la pérdida de memoria, la dificultad con el lenguaje o la desorientación, y aunque en algunos casos estas patologías pueden debutar así, lo más habitual es que se produzcan pequeñas alertas. Desde la Alzheimer’s Society, una red británica de asistencia e investigación, alertan de dos síntomas que pueden aparecer en un espacio muy familiar para todos: la cocina.
Antes de aclarar de cuáles son esas dos señales, es importante tener en cuenta que, como explican las voces expertas en esta cuestión, hay que distinguir lo que es un pequeño olvido o despiste de un auténtico síntoma de demencia. Y en cuanto a lo que sucede en la cocina, hay factores externos que influyen en que nos despistemos puntualmente, como situaciones de estrés, la distracción del móvil u otros aparatos, gente que nos habla mientras cocinamos, etc.
Cuando no puede seguirse la receta de siempre
Se trata de dos pequeñas alertas que podemos advertir ranto en nosotros mismos como en familiares o amigos afectados, si fuese el caso. Desde la organización británica apuntan, en base a sus más de cuatro décadas de experiencia con pacientes, que la cocina se presenta como un espacio propicio para ver estas primeras señales.