Hay ciertas enfermedades que son más frecuentes en la tercera edad, por eso no siempre se está preparado para ellas cuando aparecen en personas más jóvenes. Esto es lo que sucede con el Alzheimer, una dolencia que habitualmente aparece en personas mayores, pero que también puede afectar a un pequeño porcentaje de la población joven. Nadie está preparado para enfrentarse a una dolencia como esta, pero conviene conocer los síntomas, porque pueden alertarnos de que algo no va bien, de hecho, en España, cada año se diagnostican unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer.
No se sabe a ciencia cierta por qué algunas personas presentan esta enfermedad de manera tan temprana (lo más habitual es que los primeros síntomas aparezcan pasados los 65 años), pero hay ciertos factores de riesgo que pueden marcar la diferencia, como pueden ser los antecedentes familiares, tanto en el caso de los progenitores como de algunos de los abuelos del paciente. Estos antecedentes familiares suponen un mayor riesgo, pero no implican la aparición de la enfermedad, no obstante, saber que existe esa posibilidad puede ayudar a estar atento para reconocer los síntomas, haciendo que sea posible un diagnóstico certero, algo importante para comenzar cuanto antes a recibir el tratamiento médico más apropiado, tratando de mejorar la vida del paciente y de sus familiares.