Cuando pensamos en un medicamento solemos recordar el principio activo que lo hace valioso para tratar una enfermedad. Sin embargo, hay una gran cantidad de sustancias que también tomamos con los fármacos, que se consideran ingredientes inactivos, pero son importantes para que una pastilla tenga una estructura o para que podamos absorber bien su contenido. Y, a pesar de considerarse inactivos, estos ingredientes pueden tener efectos sobre la salud. Hace unos días, un equipo del Brigham and Women’s Hospital y el Massachusetts Institute of Technology, ambos de Boston (Estados Unidos), publicaba en Science Translational Medicine un análisis en el que se calculaba que la mayor parte de las medicinas prescritas con mayor frecuencia en EE UU, contienen al menos un ingrediente capaz de provocar una reacción adversa a personas sensibles.

Para la mayor parte de los pacientes, una cantidad ínfima de fructosa o de lactosa es inocua, pero no sucede lo mismo para alguien alérgico. Giovanni Traverso, médico del Brigham y uno de los autores del artículo, comenzó a interesarse por estos efectos adversos hace cinco años a partir de su relación con un paciente celíaco que tenía problemas con el omeprazol, un fármaco habitual para tratar la acidez de estómago. El estudio encontró 354.597 ingredientes inactivos en 42.052 medicamentos orales analizados. Más del 90% de esos fármacos contenían al menos un ingrediente que puede provocar reacciones alérgicas o problemas estomacales a personas sensibles. En total, alrededor del 45% de los medicamentos contenían lactosa y el 33% algún colorante.

Cristina Avendaño, presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica, explica que en Europa existe una información detallada sobre los ingredientes inactivos de los fármacos con potencial dañino para personas alérgicas o intolerantes. “Se identifica muy bien la diferencia entre un alérgico y un intolerante, al gluten, por ejemplo”, señala. “Para el primero, cualquier cantidad es dañina, y para el segundo, se especifica la cantidad que contiene para que sepa si está por encima o por debajo de la que genera daño”, añade.

Más del 90% de los fármacos en EE UU contenían al menos un ingrediente que puede provocar reacciones alérgicas o problemas estomacales a personas sensibles

Para limitar el riesgo de los excipientes,

 » Más información en elpais.es