Son ya varios los famosos que han declarado someterse a baños helados, una práctica que más allá de sus efectos puramente sensoriales a menudo se presenta como terapéutica y casi milagrosa. En esta lista, por ejemplo, se encuentran personalidades como el cantante británico Harry Styles, Zac Efron, Lady Gaga o las hermanas Kardashian. Muchos de ellos siguen el ‘método Wim Hof’, llamado así por un exatleta holandés muy responsable de la popularización de esta tendencia.

Siempre es conveniente, no obstante, poner todo tratamiento bajo estricto escrutinio, teniendo en cuenta que es de nuestra salud de lo que estamos hablando. Esto es aún más vital en el caso de aquellas ‘terapias’ que no se proveen en un entorno medicalizado y que no hayan pasado por los controles más estrictos de los fármacos.

Efectos positivos: evidencia reducida

Lo cierto es que de entrada sí que existen algunas razones para considerar que la práctica de los baños helados puede resultar beneficiosa para la salud.

Principalmente, la exposición repentina al frío intenso provoca vasoconstricción (contracción del ciego de los vasos sanguíneos), que lógicamente va seguida de un regreso al estado normal al volver a entrar en calor. Esto, en principio, debería suponer un cierto alivio del dolor en caso de lesión, ya que la disminución del riego sanguíneo se asocia a una reducción en la capacidad sensorial (entumecimiento) y debido a que la variación en el flujo ayuda a eliminar las acumulaciones de ácido láctico que produce el ejercicio intenso en la musculatura.

 » Leer más