La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo a la hora de desarrollar una complicación cardiovascular. Tanto el diagnóstico como el posterior control de la hipertensión, precisa de una recogida de las cifras de presión arterial que se ajusten lo máximo posible a las reales de cada paciente, para poder adoptar a continuación las medidas pertinentes.
Desde que se puede tomar la tensión en casa, gracias a los aparatos domésticos al uso disponibles en las farmacias y establecimientos autorizados, lo cierto es que cada ciudadano puede estar al día de cuáles son sus cifras. Sin embargo, se da la circunstancia de que existen tensiómetros no homologados, de los que no nos podemos fiar, y también que hay determinadas prácticas a las que no damos importancia en casa y que pueden dar al traste con la información precisa necesaria.
Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ponen a nuestra disposición un documento titulado ‘Medida estandarizada de la presión arterial en la consulta y en el domicilio’, para que sepamos cómo tomar la presión arterial correctamente. Gestos como no colocar bien la espalda, o hablar mientras el tensiómetro está funcionando pueden aumentar la presión unos diez milímetros de mercurio.
Las cifras del tensiómetro, una información valiosa
Desde el Grupo de Trabajo de Cardiovascular y Diabetes de SEMG alertan de que «subestimar la importancia del proceso de recogida de datos de la tensión arterial tiene un alto impacto negativo en la seguridad del paciente,