El distanciamiento social para controlar la pandemia de la Covid-19 se ha vuelto muy familiar en la vida cotidiana actual de la humanidad, pero ese cambio en el comportamiento para limitar las interacciones y ralentizar la propagación de enfermedades infecciosas es común en el reino animal.
Muchos animales no humanos, desde insectos hasta aves, exhiben cambios de comportamiento inducidos por patógenos para evitar la transmisión de enfermedades en sus grupos sociales, según la nueva revisión de un estudio publicada en la revista Science.
Hormigas recolectoras, murciélagos vampiro, peces lebistes y mandriles ya practicaban intuitivamente la distancia social cuando uno de los suyos enfermaba, mucho antes de que los humanos empezaran a hacerlo por la pandemia del coronavirus.
«Mirar a los animales no humanos puede decirnos algo sobre lo que tenemos que hacer como sociedad para que los individuos puedan comportarse de manera que cuando están enfermos se protegen tanto a sí mismos como a la sociedad en su conjunto», apunta Dana Hawley, profesora de ciencias biológicas en la Facultad de Ciencias de Virginia Tech (Estados Unidos).
Hawley añade al respecto: «Permanecer en casa y limitar las interacciones con los demás es una respuesta conductual intuitiva cuando nos sentimos enfermos -y la vemos en muchos tipos de animales en la naturaleza-,