La transmisión aérea es un riesgo importante para la propagación de virus en espacios cerrados. Por ello, la ventilación del aire con extractores de calidad y conductos es fundamental para reducir este riesgo. Esto es algo que se ha reforzado con la pandemia de la Covid-19, ya que después de prácticamente dos años sabemos que el virus que causa la enfermedad se propaga principalmente a través de aerosoles.

Un equipo de investigadores del Instituto Indio de Tecnología de Bombay (India) ha llevado a cabo simulaciones por ordenador del flujo de aire dentro de un baño público para demostrar cómo los aerosoles infecciosos pueden permanecer hasta 10 veces más tiempo en determinadas zonas muertas de una habitación.

«El virus viaja dentro de diminutas gotitas microscópicas o aerosoles que salen de la boca cuando hablamos, gritamos, cantamos, tosimos o estornudamos. Luego flota en el aire, donde puede ser inhalado y transmitido», detalla el comunicado emitido por los investigadores.

La investigación, que ha sido publicada en la revista ‘Physics of Fluids’, ha revelado que estas zonas muertas se sitúan con más frecuencia en las esquinas de una habitación o alrededor de los muebles.

«Exploramos una instalación pequeña, para una sola persona, utilizada por muchos, uno tras otro»,

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