Si todo el mundo dejase hoy mismo de fumar, de alimentarse de comida basura —precocinados, bollería, pizzas congeladas—, de tomar bebidas azucaradas, de abusar del alcohol, de pasarse los días en el sofá y de exponerse al sol sin protección, se evitaría el 40% de los futuros tumores malignos. Estos factores son los principales enemigos de la salud pública, pero también hay otros adversarios invisibles. Las infecciones por virus y bacterias provocan el 8% de las muertes por cáncer en España, según acaba de calcular un equipo dirigido por el médico Josep Maria Ramón, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge. El tabaco por sí solo causa el 22% de los fallecimientos por cáncer, según la Organización Mundial de la Salud.

Más de 110.000 personas murieron por un tumor maligno en España en 2017. El grupo de Ramón calcula que 9.115 de estas muertes, alrededor del 8%, son atribuibles a cánceres causados por agentes infecciosos. Cuatro microorganismos serían los responsables de casi todas estas defunciones: la bacteria Helicobacter pylori (48%), el virus de la hepatitis C (31%), el virus del papiloma humano (15%) y el virus de la hepatitis B (4%).

«El tabaco por sí solo explica más del 28% de las muertes por cáncer de estómago y de hígado», advierte el médico Joan B. Soriano

“Es el primer estudio realizado en España que intenta cuantificar y explicar la mortalidad por cánceres cuyo origen son factores infecciosos”, afirma Ramón. Más de la mitad de los españoles viven con la bacteria Helicobacter pylori, un microbio que en ocasiones causa infecciones en el estómago y aumenta el riesgo de cáncer gástrico. La comunidad científica sospecha que se transmite por agua y alimentos contaminados, pero no hay certezas.

El virus de la hepatitis C se transmite por la sangre y es una importante causa de cáncer de hígado. Controladas ya las transfusiones de sangre infectada, las principales vías de transmisión son las jeringuillas compartidas y algunas prácticas sexuales de riesgo.

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