Cuidar la alimentación durante el embarazo es una de las mayores preocupaciones de las mujeres en el periodo de gestación. Mientras que por un lado existen alimentos altamente recomendados por su riqueza nutricional, hay otros que están en la lista negra.
¿Jamón sí o jamón no? ¿Se pueden tomar lácteos durante el embarazo? ¿Y comida cruda? Constantemente nos vemos bombardeados por diferentes recomendaciones nutricionales durante el embarazo.
En el caso de los lácteos, mientras que los expertos recomiendan consumir leche y sus derivados ya que supone un importante aporte de calcio, proteínas y vitaminas, es importante asegurarnos de que se trata de productos pasteurizados.
El consumo de leche y sus derivados sin pasteurizar durante el embarazo puede provocar la ingesta de bacterias que pueden resultar dañinas tanto para la mujer como para el feto.
Se conoce como pasteurización al proceso por el cual, a partir de un tratado término, se busca eliminar las bacterias y prolongar la vida de los alimentos. Cuando la leche no se somete a este proceso se dice que se trata de ‘leche cruda’.
Las bacterias tienen la capacidad de atravesar la barrera placentaria, y mientras que algunas pueden no resultar dañinas para el feto, otras, como las que se encuentran en la leche pueden provocar listeria,