Controlar la temperatura corporal del bebé y poder saber si tiene frío o calor es algo difícil, sobre todo, para aquellos padres y madres que son primerizos. Además, desde la organización Reproducción Asistida explican que un bebé «no tiene todavía completamente desarrollado el sistema de autorregulación de la temperatura», por lo que son los adultos los que deben responsabilizarse de esto.
El problema es que se tiende a sobreabrigar a los bebés o a ponerles demasiada ropa, aunque dentro de casa esté la calefacción puesta y la temperatura sea muy agradable. Esto lo que puede provocar es que aparezca febrícula o fiebre debido a que los bebés tienen calor, como aseguran desde la Asociación Española de Pediatría (AEPED). Por esta razón, conviene tener precaución.
Una temperatura corporal elevada puede provocar miliaria
La miliaria es frecuente que aparezca en los bebés durante el verano, debido a que el calor (y a veces la fiebre) hace que en la piel surjan erupciones que arden y pican. No obstante, la AEPED indica que «también puede aparecer en invierno por exceso de abrigo». Si bien la miliaria no deriva en ningún problema mayor, puede ser muy molesta y provocarle malestar al bebé.
Cuando la miliaria aparece en los meses de invierno, conviene retirar el exceso de ropa y cambiarla por prendas suaves de algodón.