Las plantas medicinales (algunas) han sido desde hace siglos grandes aliadas de la salud, al adjudicársele propiedades beneficiosas en un sentido u otro. En este caso, hay una hierba ancestral, procedente del sur de Japón y el sureste de China, cuyas hojas han sido utilizadas desde hace más de 2.000 años para mejorar el flujo sanguíneo del cerebro, gracias a su poder antioxidante.
Hablamos del ginkgo biloba, al que se atribuye un impacto positivo sobre la memoria y la capacidad de concentrarnos y, como consecuencia, un papel importante para ralentizar el deterioro cognitivo que va desarrollándose con la edad. A su vez, esta planta medicinal se prescribe como ingrediente de algunos medicamentos para tratar los vértigos, mareos y, en algunos casos, los acúfenos.
Propiedades del ginkgo biloba
Tradicionalmente, esta planta se ha usado para reforzar la alerta mental y favorecer el flujo sanguíneo en general, y del cerebro en particular. Gracias a su contenido en flavonoides, antioxidantes, tiene efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular.
Yendo un paso más allá, recientes estudios atribuyen a las hojas de esta planta efectos beneficiosos para la prevención y el tratamiento del Alzheimer, aunque aún no existe una evidencia científica clara sobre sus propiedades para detener la demencia.
En cuanto a la indicación medicinal demostrada de la ingesta de ginkgo,