La torsión gástrica canina es una afección aguda y grave que si no se trata de inmediato puede desembocar incluso en la muerte del animal. De hecho, es una de las urgencias más graves a las que se enfrentan los veterinarios. Por este motivo, en cuanto se tenga la mínima sospecha de que puede nuestro perro está sufriendo una torsión del estómago hay que acudir al veterinario con urgencia. Reconocer los primeros signos es de vital importancia para poder actuar con rapidez.
La torsión de estómago en los perros se produce cuando, debido a un cúmulo de gases, alimentos o fluidos, el estómago del animal se dilata en exceso y se tuerce sobre su eje. Esto provoca que el perro no pueda vaciar el contenido del estómago y que este se siga dilatando. Si no se actúa, los orificios que conectan con el esófago y el intestino se obstruyen, las arterias, venas y vasos sanguíneos del aparato digestivo se comprimen y se interrumpe de la circulación sanguínea, por lo que algunos órganos, como el bazo o el corazón dejan de funcionar correctamente. Como consecuencia, el animal podría morir, algo que sucede en entre un 5 y un 15% de los casos. Además de la muerte, si no se actúa lo suficientemente rápido, el perro podría sufrir secuelas a largo plazo,