El lenguaje nativo de una persona puede influir de manera significativa en cómo piensa. Esta idea, que ya estaba presente desde hace tiempo en campos como la filosofía o los estudios lingüísticos, acaba de encontrar una confirmación en el ámbito de la neurología.
Cambios estructurales en el cerebro
Existen varios ejemplos que se venían planteando sobre la manera en la que la lengua que hablamos puede tener un impacto a nivel cognitivo. Así, uno clásico es el que contrapone los términos ‘ser’ y ‘estar’ presentes en la lengua española con las lenguas que sólo usan una palabra para referirse indistintamente a ambos conceptos. Algunos estudios, por otra parte, se habían fijado en las diferentes palabras empleadas para hacer referencia a las direcciones en diferentes idiomas nativos y su relación con el sentido de la orientación que tienen los individuos.
Ahora, un reciente estudio publicado en el medio especializado NeuroImage ha encontrado evidencias de diferencias en los circuitos del área del cerebro encargada del procesamiento del lenguaje entre hablantes nativos de árabe y alemán.
Esto sugiere que aprender un determinado idioma durante la infancia podría llevar a cambios estructurales en el cerebro, potencialmente explicando las diferencias en la función cognitiva entre individuos que hablan diferentes lenguas como primer idioma.
Conexiones entre hemisferios
En este trabajo,