Controlar el peso, intentando siempre que sea saludable, pone en juego muchos factores, entre los que destacan la correcta alimentación antiinflamatoria, la práctica de algún deporte que mantenga nuestra silueta tonificada, la herencia genética… y una hormona necesaria en dosis justas pero poco amiga del bienestar cuando se genera en cantidades ingentes (y poco recomendables). ¿Culpable? El estrés.
No en vano, al cortisol se le llama hormona del estrés, y provoca una reacción en cadena nada saludable. Entre sus síntomas: la hinchazón abdominal que nos impide lucir un vientre plano. Pero, ¿cómo se genera cortisol, y cómo mantenerlo bajo control?
Cortisol alto y calidad de vida: inversamente proporcionales
Cuando el cortisol hace acto de presencia, si es demasiado a menudo y en cifras elevadas, pone el freno al control del peso, y a la inflamación. Por eso, lo que hay que reducir para adelgazar y conseguir un cuerpo tonificado, con un vientre cero hinchado, es el cortisol, la hormona que aparece de la mano del estrés.
Aunque en la medida justa esta hormona juega un papel necesario en el organismo, regulando sus funciones, en especial el equilibrio metabólico y la inflamación, si está excesivamente presente resulta negativo para nuestra salud. El ritmo de vida actual, en muchos casos, consigue que no seamos capaces de controlar nuestros niveles de estrés,