No hay duda de que caminar es una forma sencilla y accesible de realizar ejercicio físico y de mejorar nuestra salud y protegernos frente a patologías como las enfermedades cardiovasculares (que, aún a día de hoy, constituyen la primera causa de muerte en España). Sin embargo, como conseja la Universidad de Harvard en su portal de divulgación sobre Salud, con algunas pequeñas modificaciones podemos sacar aún más partido de esta sencilla actividad física.
¿Conoces la marcha nórdica? se trata de un deporte que usa un tipo de bastones especiales para imitar los movimientos que haríamos durante la práctica del esquí de fondo. El uso de esta técnica permite que incrementemos el número de músculos que ejercitamos al caminar, lo que aumenta los potenciales beneficios para la salud.
Reducciones del colesterol y mejoras cardiovasculares
Así, como cita la institución norteamericana, existen estudios que han mostrado que la marcha nórdica aumenta el número de calorías que quemamos entre un 18 y un 67%, incrementando así de manera significativa el gasto energético del ejercicio. Esto podría, a su vez, tener consecuencias positivas como una reducción en los niveles de colesterol LDL (lo que coloquialmente llamamos ‘colesterol malo’).
En este sentido, un estudio publicado en 2022 en la revista especializada Canadian Journal of Cardiology encontró que las personas con enfermedades cardíacas que practicaban la marcha nórdica dos o tres veces a la semana durante 12 semanas veían mejorar su resistencia física (un parámetro asociado a una mejor salud cardiovascular) además de reportar una mejor calidad de vida y menos síntomas depresivos que antes de comenzar el entrenamiento.