La cúrcuma, una especia milenaria proveniente del suroeste de la India, se ha convertido en un ingrediente cada vez más popular en las cocinas españolas. Además de su característico color amarillo-anaranjado y su sabor único, la cúrcuma destaca por sus numerosos beneficios para la salud, gracias a su principal componente activo: la curcumina.
Utilizada en preparaciones tan conocidas como la leche dorada o el curry, la cúrcuma (Curcuma longa) pertenece a la familia de las zingiberáceas, al igual que el jengibre. Según estudios del National Institutes of Health (NIH), la curcumina posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas, lo que la convierte en un aliado para prevenir y tratar diversas enfermedades, desde el cáncer hasta trastornos autoinmunes, neurológicos, cardiovasculares y diabéticos.
Pero los beneficios de la cúrcuma no se limitan al ámbito físico. Durante siglos, países asiáticos han empleado esta especia para tratar afecciones mentales como el estrés y la depresión. Investigaciones publicadas en el International Journal of Neuropsychopharmacology demuestran que la curcumina ofrece neuroprotección y efectos similares a los antidepresivos, favoreciendo el correcto desarrollo de las funciones cerebrales y protegiendo frente a enfermedades neurodegenerativas. ¡Un verdadero elixir para el cuerpo y la mente!
La cúrcuma, un aliado para tu piel
Los beneficios de la cúrcuma también se extienden al campo de la dermatología.