El Reino Unido comenzará su desescalada del confinamiento, uno de los más estrictos del mundo, el próximo 8 de marzo de forma paulatina con la reapertura de los colegios, en un proceso que constará de cuatro fases y que se completaría para el próximo 21 de junio.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció en la Cámara de los Comunes su hoja de ruta para reabrir la sociedad de forma «cauta pero irreversible», que progresará siempre y cuando la campaña de vacunación siga su actual ritmo y no aparezcan nuevas variantes que alteren los planes.
El calendario que detalló Johnson en el Parlamento ha dejado algunos huecos por rellenar, como el momento en el que se reanudarán los viajes internacionales, un aspecto clave para motores de la economía como el turismo y el sector aéreo.
El Gobierno continúa sopesando medidas para mitigar el riesgo de importar mutaciones peligrosas del coronavirus y anunciará una estrategia concreta en ese terreno el próximo 12 de abril. Los desplazamientos internacionales no esenciales, con todo, continuarán vetados al menos hasta el 17 de mayo.
Tampoco se ha establecido todavía cuál será la política respecto a la distancia de seguridad entre personas en lugares públicos, el uso obligatorio de la mascarilla ni las recomendaciones sobre el teletrabajo.
Está en el aire asimismo la implantación de certificados de vacunación y de test negativos que ayuden a la reapertura de ciertos sectores.