Todas las mañanas, los profesionales médicos ofrecen un balance con tres cifras. Las dos primeras son terribles: número de fallecidos y número de infectados. Pero la tercera es un soplo de esperanza, una llamada a levantar el ánimo no sólo de quien sufre la enfermedad, que lo está pasando mal, sino del conjunto de la sociedad, que con ese tercer número ve luz al final del túnel. Se trata de los dados de alta, aquellos que han sufrido el coronavirus, pero que después de luchar contra él, lo han superado y ahora, desde su experiencia, pueden dar un testimonio de vida.
En España, ya hay 2.125 personas que pueden decir que vencieron al ‘bicho’. Como Alison, que se contagió en Madrid y se recuperó en Murcia. O como Juan y Francisco, dos jóvenes que contrajeron la enfermedad mientras viajaban por Italia y que en España se recuperaron. O como Juanfran, al que un compañero periodista que había estado en Milán con el Valencia le transmitió el COVID-19. Pero todas estas historias tienen en común una enseñanza: el coronavirus es muy peligroso y puede poner contra las cuerdas a quien lo sufre, pero se le puede derrotar.
Todos los que lo han pasado coinciden en pedir al resto de los ciudadanos que se quede en casa, porque prevenir siempre es mejor que curar.
El extremeño Juan y el asturiano Francisco son dos jóvenes que se contagiaron en Italia y se curaron en España
A mediados de febrero, el sistema sanitario español dio su primera alta. Se trataba, además, del primer caso de coronavirus diagnosticado en España: el paciente alemán que se encontraba de vacaciones en La Gomera y que dio positivo en las pruebas que le realizaron el 31 de enero. Había traído el virus desde su país. Después, permaneció dos semanas ingresado y el 14 de febrero recibió el alta.
El segundo caso fue el de un ciudadano británico que se contagió durante un viaje de esquí en Francia y que a su regreso a Palma de Mallorca,