La presión arterial elevada es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular y una de las afecciones más frecuentes en la sociedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de un trastorno «en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos», destaca la organización.
Sin embargo, esta enfermedad puede pasar desapercibida y, aunque es más frecuente a partir de los 40 años, puede suceder a cualquier edad. La presión arterial elevada supone una «mayor resistencia para el corazón», que responde incrementando su masa mascular «para hacer frente a ese sobreesfuerzo», explican desde la Fundación Española del Corazón (FEC).
El problema es que este aumento puede tener efectos realmente perjudicales para la salud, ya que puede provocar «insuficiencia coronaria y angina de pecho». Además, añaden, el músculo cardíaco es más irritable «y se producen más arritmias».
Las personas con hipertensión pueden seguir un tratamiento farmacológico pero, sin duda, «el mejor tratamiento es una buena prevención que evite su aparición», insisten desde la FEC. Entonces, ¿cómo podemos controlar la presión arterial alta? ¿Cuáles son las recomendaciones? Los expertos de Mayo Clinic han elaborado una lista con las principales medidas para llevar un estilo de vida saludable que evite o reduzca la necesidad de ingerir medicamentos.